MIASTENIA Y COVID-19
PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE MIASTENIA E INFECCIÓN POR SARS-COV-2
Si bien las infecciones pueden desencadenar crisis miasténicas, se desconoce la prevalencia en los pacientes con enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).1
Los pacientes con miastenia gravis (MG) e infección por SARS-CoV-2 presentan curso y resultados altamente variables de la infección. El porcentaje de pacientes que requiere internación o que presenta exacerbación de la enfermedad varía en diferentes estudios y contextos sanitarios.2
El riesgo de infección por SARS-CoV-2, así como de desarrollar cuadros más severos, parece ser mayor en los pacientes con terapia inmunosupresora, compromiso de los músculos respiratorios, edad más avanzada y otras afecciones comórbidas.1-3
Sin embargo, una revisión reciente de las publicaciones disponibles (reportes de casos) concluyó que no se han descrito resultados inusuales, que difieran de los conocidos para las personas con miastenia o con COVID-19.3
Dicha revisión de la literatura describió las características de 152 pacientes con MG e infección por SARS-CoV-2 confirmada mediante RT-PCR, incluidos en 19 estudios seleccionados. A la fecha, es el número más grande de casos que se ha publicado.3
CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS Y DE LA MIASTENIA AL MOMENTODE PRESENTAR INFECCIÓN POR SARS-COV-23
Edad, promedio ± DE
54,4 ± 12,7 años
Sexo, femenino/masculino
54,4 ± 12,7 años
Comorbilidades más frecuentes
Hipertensión arterial
44%
Diabetes mellitus
21%
Obesidad
10%
Clasificación MGFA más habitual
Clase IIa/IIb (41%)
Tiempo de evolución de la MG
7 ± 6 años
Tratamiento previo de la MG
Corticoesteroides
64%
IgIV
14%
Micofenolato mofetil
15%
Timectomía
62%
ACRA positivos
78%
Anticuerpos anti MuSK positivos
4%
DE: desviación estándar; IgIV: Inmunoglobulina intravenosa; MGFA: Myasthenia Gravis Foundation of America.
Los síntomas de presentación de COVID-19 más frecuentes fueron: Fiebre (68%), tos (60%), disnea (49%), mialgias (29%) y otros.3
Las manifestaciones de MG incluyeron: Ptosis (16%), debilidad de los miembros inferiores o superiores (~14% ambos), disfagia o diplopía (9% ambos). Ningún paciente se presentó con debilidad de los músculos respiratorios. El 32,7% de los pacientes no presentó ningún síntoma de empeoramiento de la MG durante la infección.3
Azitromicina y ceftriaxona fueron los fármacos más usados para tratar el COVID-19. Para el manejo de la MG después del diagnóstico de COVID-19, las terapias más usadas fueron los corticoesteroides y la inmunoglobulina intravenosa (IgIV). El 42% de los pacientes requirió ventilación mecánica invasiva, un porcentaje elevado.3
La tasa de mortalidad fue 11,8%, y fue mayor para los pacientes sin antecedente de timectomía versus aquellos timectomizados, y para quienes habían sido tratados previamente con corticoesteroides solamente versus aquellos que habían recibido corticoesteroides combinados con otras terapias (como plasmaféresis o IgIV).3
PACIENTES CON MIASTENIA GRAVIS POST COVID-19
El COVID-19 puede desencadenar nuevos casos de MG asociada con auto anticuerpos, del mismo modo que se han descrito otros trastornos autoinmunitarios post infecciosos.4,5
De acuerdo con los reportes publicados, la miastenia post COVID-19 sería más frecuente en varones adultos (56 años en promedio), sin timoma.4,5
La presentación ocurre entre 5 y 56 días post COVID-19, con síntomas generalizados, bulbares y/u oculares, y con estudios electrofisiológicos característicos. Los autoanticuerpos más habituales son anti receptor de acetilcolina nicotínicos (ACRA).4,5
Todos los casos mejoraron con inmunoterapia y en general, el resultado fue favorable.4,5
Las explicaciones posibles incluyen mímica molecular, pérdida de la auto tolerancia inmunológica post infección, o exacerbación de MG oculta causada por los fármacos para tratar el COVID-19.4,5